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Factores de los imperialismos

Las expediciones

El conocimiento del mundo por los europeos se realizó en varias etapas, separadas por intervalos en los que las preocupaciones científicas quedaron relegados a un segundo plano.

El descubrimiento de América y la llegada a Extremo Oriente en el siglo XV proporcionaron un conocimiento global del planeta, mientras que en el siglo XVIII las grandes expediciones como la de Bougainville o el capitán Cook se concentraron en el Pacífico.

Excepción hecha de la conquista española en América y de las expediciones de los franceses desde Canadá hasta Nueva Orleans, solo se conocían las costas y apenas nada del interior debido a la utilización exclusiva del barco como medio de transporte. El interior de tres continentes era enteramente desconocido para los europeos, mientras que la tierra al norte de las misiones españolas en California representaban una gran mancha blanca en los mapas y seguía sin resolverse el problema de la navegación por el norte del continente americano y la búsqueda de los pasos del noroeste y del nordeste entre el océano Atlántico y el Pacífico.

Completar el conocimiento del mundo fue un empeño que llegó a los países más avanzados a la realización de numerosas expediciones, en las que el interés científico cedió paso a las preocupaciones expansionistas de los gobiernos y sociedades que financiaban la empresa. Con independencia de las consecuencias políticas que se siguieron, procede señalar los resultados de una multitud de iniciativas que permitieron completar la imagen del mundo. Las inspecciones más tempranas fueron promovidas por ingleses y americanos, interesados para alcanzar y ocupar la costa del Pacífico para poder poner límites a la expansión rusa desde Alaska y a la española procedente de México y California.

Al lado de expediciones marítimas que no podían aportar novedades de importancia, se realizaron otras para conocer el camino por tierra necesario para la colonización. Mackenzie alcanzó el Pacífico y el norte de la isla de Vancouver en 1793 y el presidente Jefferson, luego que en 1803 Napoleón le vendieron a Luisiana, envío la expedición de Lewis y Clark en busca de una salida al pacífico del norte de los territorios españoles de California. La independencia de México puso fin a la presencia española en la zona, en tanto canadienses y norteamericanos estuvieron de acuerdo desde 1818 en que el paralelo 49 fuese la línea divisoria en la parte del continente sin ocupar.

El conocimiento de la costa norte continental de Asia había tropezado con las dificultades propias de la navegación más allá del círculo polar. Aunque no fue el primero en cruzar el estrecho de su nombre, Bering dejó establecido la separación entre los continentes 1728 y Wrangel por el primero que navegó la costa noroccidental de Siberia, quedando para el sueco Nordenskold la navegación del paso del nordeste entre el Atlántico y el pacífico 1878-1879. El paso del noroeste resultó más difícil y no fue hasta la expedición de Amundsen 1903-1905 cuando se completó la primera navegación.

Para entonces se había planteado ya la competición para alcanzar los polos, empeño en que influia tanto el interés científico como la afirmación de una Superioridad nacional. En 1909 Peary alcanzó el polo norte y dos años después, con dos semanas de diferencia, llegaron al polo sur las expediciones de Amundsen y Scott. El descubrimiento de la existencia de un continente antártico inicia una nueva competencia entre los estados próximos al mismo. El descubrimiento se había iniciado con la circunnavegación emprendida por Cook en 1772-1775; a partir de 1819 se sucedieron las expediciones, primero a las islas (Smith) luego a las costas (Bransfiel) y finalmente penetrando en el continente para llegar al polo sur Amundsen. Aparte de estas expediciones, la única presencia humana en el siglo XIX fue la de algunos balleneros y solo en 1935 se establecieron estaciones científicas permanentes. Tras estas exploraciones, los países más próximo se atribuyeron las tierras incluidas dentro del sector circular determinado por el polo y los extremos de sus posesiones más cercanas, mientras que Estados Unidos no reconocía ningún derecho sobre la Antártida a ningún país.

Los factores económicos

El firme crecimiento capitalista del último tercio del siglo potenció una expansión imperial que le permitió controlar colonias que fueran centros suministradores de materias primas valiosas: caucho, algodón, madera, frutos tropicales, minerales, etc. La civilización industrial dependía de materias primas que se encontraban en lugares muy remotos. Dos actividades económicas destacaron en esta economía imperialista: por un lado las minas y por otro las plantaciones, explotaciones y granjas.

Las minas proporcionaron el estaño desde Asia y Sudamérica y otros metales que empezaron a ser imprescindibles para las aleaciones de acero que exigía la tecnología de alta velocidad. El cobre desde Chile, Perú, Saire, Zambia, era necesario para las industrias del automóvil y las eléctrica, el petróleo de Oriente medio comenzaba a ser una energía imprescindible para el motor de explosión recién inventado, los metales preciosos se seguían buscando ansiosamente (oro de Sudáfrica por ejemplo).
Las plantaciones debían proveer de otro material que, junto con el petróleo, se había convertido en imprescindible, el caucho; así desde la selva del Congo y del Amazonas, era la única goma natural y la única materia prima de los primeros neumáticos. El algodón seguía siendo también una materia prima imprescindible para la industria textil. De las plantaciones venían productos alimenticios que tenían mucha venta en las ciudades industriales. Algunos eran tradicionales, como los cereales y la carne de Norteamérica, de Sudán Sudamérica, Rusia o Australia. Otros eran productos nuevos, que hasta entonces habían tenido escasa presencia en los hogares populares, tales como ciertos productos tropicales: té, café o azúcar. Los plátanos, desconocidos en los países industrializados hasta entonces, irrumpieron con tal fuerza que dieron nombre a las nuevas "repúblicas bananeras". La segunda revolución industrial y los efectos de la crisis de 1873 recrudecieron la competencia entre empresas y entre países, de tal manera que solo quedó la salida imperialista. La solución imperialista consistía, para cada gran potencia en crear una gran unidad comercial autosuficiente que abarcase distintos climas y tipos de de recursos protegiéndolo  si era necesario mediante tarifas y aranceles. Esto exigió la actuación directa del Estado
Factores políticos y diplomáticos

Los dirigentes y los sectores influyentes de los países industrializados promovieron la expansión colonial como vehículo de autoafirmación nacional y de consecución de prestigio exterior; por motivos geoestratégico de rivalidad con otras potencias (evitar que otro país ocupara determinado espacio controlado una ruta marítima); como medida de protección para garantizar la seguridad de las fronteras y costas propias o de sus rutas de navegación principales.

Por razones estratégicas se necesitaba una red escala de aproximación de aprovisionamiento (en especial estaciones carboneras para barcos y ferrocarriles). Por otro lado, para asegurar unos territorios se necesitaba conquistar los de alrededor.Tanto los colonos como los hombres influyentes de la metrópoli presionaban en este sentido. Francia buscaba asegurar su temprana colonia de Argelia 1830 extendiéndose por Marruecos y Túnez; Reino Unido ocupaba Pakistán, Birmania, el Tibet y los contornos del Índico para asegurarse la joya de la corona: la India.

Si hablamos de prestigio internacional éste actuaba en dos sentidos: 1) A nivel internacional la posesión de colonias era un símbolo de la grandeza de ese país y la señal externa de que el país era una gran potencia. 2) Dentro del país se empezaba formar una conciencia de superioridad frente a otras naciones

Factores ideológicos y culturales

Se creó un clima de opinión culta y popular que compartían la creencia en la supuesta superioridad de la civilización europea sobre las demás. En este sentido ese sentimiento de gozar de una ventaja cultural y tecnológica permitió emprender los planes de conquista con medios abundantes y novedosos y sin coste decisivo por tener enfrente una oposición indígena armada con medios primitivos. Al mismo fin contribuyó:

la voluntad de expandir las doctrinas religiosas misioneras cristianas,
La difusión de teorías de supremacía racial blanca y occidental dentro del llamado darwinismo social.
La expansión de las teorías demográficas sobre la imperiosa necesidad de asegurarse espacio vital para el futuro.
La necesidad de la prensa del momento de informar con sucesos novedosos e importantes lo que llevó al patrocinio de expediciones y nacimiento de revistas como National Geographic
La necesidad de solventar presiones sociales e ideológicas dentro de las metrópolis (mano de obra dispuesta a prosperar)

Factores científicos

El avance de la ciencia trajo consigo la exigencia de una exploración de toda la regiones de la tierra. Los viajes de exploración y el descubrimiento de zonas inexploradas del interior de África mediante el reconocimiento de sus grandes ríos como vías de penetración prepararon el camino para la colonización. La sociedades geográficas, que con frecuencia apoyaron estas expediciones, fueron uno de los focos de propaganda colonial. A través de sus informes y revistas familiarizaron a la opinión pública con los asuntos coloniales. Por su parte, las asociaciones coloniales a las que pertenecían los políticos, hombres de negocio, intelectuales y escritores también se esforzaron por difundir entre la opinión pública la ideología colonial. A ello se unió la popularidad de la literatura de viajes como las obras de Rudyard Kipling entre otros, que también difundieron esta ideología.

Geohistoarteducativa (CC BY-NC)

Los medios de la expansión colonial

Los medios que hicieron posible la expansión imperialista fueron los avances tecnológicos derivados de la revolución industrial. Esos medios instrumentales fueron claves para llevar a cabo la exploración, conquista y explotación de los nuevos territorios ocupados por las potencias imperialistas. Entre ellos cabe destacar los siguientes:

♦El barco de vapor. Permitió remontar las corrientes de los ríos hacia el interior y penetrar en las cuencas hasta entonces inaccesibles. Sobre todo cuando se les instaló en su cubierta una serie de cañones dispuestos a hacer fuego sobre blancos a gran distancia. Desde entonces, la diplomacia de la cañonera sería una de un recurso habitual de las potencias imperialistas en todas sus conquistas.

♦La industria química. Descubrió y produjo los medicamentos necesarios para preservar la salud de los conquistadores en climas y espacios hasta entonces hostiles. Por ejemplo, la quinina (disponible desde finales de la década de 1840) se convirtió en el profiláctico idóneo contra la malaria, una enfermedad endémica en el África subsahariana, que había frenado la entrada de europeos dadá sus altas tasas de mortalidad.

♦La industria armamentística. Concedió a los países industrializados una clara ventaja respecto al armamento antiguo. Así, el rifle de retrocarga y repetición hacia 1860 y la ametralladora en 1884 hicieron inútil la resistencia de los viejos fusiles de un solo disparo que se cargaban por la boca  del cañón o los arcos y flechas que todavía eran el principal armamento de muchos pueblos indígenas. La radio vino a solucionar los problemas con las comunicaciones.

Actividad

1.¿Qué es el darwinismo social?

2. Encuentra las razones de prestigio que impulsaron a las naciones a expandirse

3. ¿Qué papel jugaron los periódicos y revistas científicas en el impulso de los imperialismos?

4. ¿Qué son las plantaciones? ¿Cómo funcionan? ¿Benefician o perjudican a los habitantes donde se desarrolla? Argumenta con ejemplos

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