A lo largo del siglo XIX desapareció en España el Antiguo Régimen. Se implantó un sistema político liberal, la población creció, se modernizó la economía, se estableció una nueva sociedad de clases basada en la riqueza y produjo cierto progreso de la cultura.
No obstante, estas transformaciones fueron limitadas, por lo que a principios del siglo XIX España se encontraba retrasada respecto a las grandes potencias europeas.
Este retraso se debió a varias razones:
- La inestabilidad política, generada por las guerras civiles, los golpes de estado y la pérdida de la mayor parte del imperio colonial.
- El crecimiento demográfico fue moderado, debido a la persistencia de una alta mortalidad.
- Los progresos económicos fueron tardíos, lentos y menos intensos que en otros países europeos, por lo que a principios del siglo XX España seguía siendo un país agrario.
- La sociedad siguió en cabezada por los terratenientes, el campesinado siguió siendo numeroso y la burguesía y el proletariado crecieron menos que en otros países.
- La cultura continuó lastrada por el elevado analfabetismo