Justiniano tenía cuarenta años cuando sucedió a su tío en el trono. Nació en Tracia, en Tauresio, era hijo de una humilde familia de campesinos. Recibió en la corte, al lado de su tío, una esmerada educación y, durante casi, cuarenta años, protagonizará la época más brillante de la historia de Bizancio. Fue un jurista impregnado de la idea de la imprescriptibilidad del derecho, y un déspota que lleva el derecho a los hechos. No era muy inteligente y sí bastante voluble, vanidoso y celoso pero tenía dos cualidades que le llevarán al éxito: su lucidez latina y su extraordinaria capacidad de trabajo. Sus objetivos fueron:
- Restaurar el antiguo imperio romano reconquistando occidente
- Instaurar una monarquía absoluta reorganizando la administración y creando un corpus legislativo
Para lograr sus objetivos se apoyó en: Teodora, Belisario, Narcés y Triboniano